¿De qué color son las dictaduras?
La historia de la humanidad que conocemos abarca unos miles de años. Las formas de organización social y de gestión del poder han ido evolucionando, no siempre a mejor, pues la evolución humana, como cualquier otra, tiene idas y venidas, mejorías y empeoramientos. Hoy en día, la democracia representativa se ha extendido como la forma de gobierno y organización social más común, unida indisolublemente al respeto a los derechos humanos, que actúan como la argamasa que une a las democracias. Este cambio fundamental para la humanidad surgió tras la Segunda Guerra Mundial, con la proclamación de los derechos humanos universales. Ya no se trata solo de derechos para los míos, mientras que los enemigos y adversarios se “fastidian”, que ha sido lo más normal desde que conocemos la historia.
¿Qué es una dictadura? Los que tenemos cierta edad, acercándonos a la jubilación, conocimos una en este país: la de Franco. Lo que vivimos hoy, por mucho que algunos acusen de dictador al señor Sánchez, no se compara. Solo pongo un ejemplo vivido en 1972. En mi primer año de la carrera de medicina, durante una clase de anatomía, solicitamos hablar con el catedrático Jiménez Castellanos sobre las prácticas con cadáveres. Éramos jóvenes e inocentes, así que elegimos una comisión, por supuesto formada por los jefes de mesa, los de mejores notas, para hablar con él. Nos recibió contrariado y sorprendido, y al ver que la comisión estaba compuesta también por alumnas, simplemente nos despidió, escandalizado por ese hecho, sin dejarnos ni hablar. Por supuesto, no ocurrió nada más. Estábamos en una dictadura, y un catedrático era un dictador a semejanza del jefe del Estado, Franco.
La figura del dictador surge en la antigua Roma, como un magistrado al que se le conferían poderes casi ilimitados para resolver un asunto concreto, por un tiempo limitado. Así empiezan muchos ahora: “Lo arreglo y me voy”, pero le cogen gusto al puesto. Según la RAE, una dictadura es un régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona, un grupo u organización, y reprime los derechos humanos y las libertades individuales (tiranía, despotismo, autocracia, absolutismo, cesarismo, totalitarismo, fascismo).
Le preguntamos a la red cuántas dictaduras existen. Según IDEA, fundada en 1995 por 14 estados, entre ellos España, en 32 países del mundo todavía se vive bajo una dictadura. Según el Democracy Index, elaborado por The Economist, son 53 países bajo regímenes autoritarios, de un total de 195. Aunque parece que la situación está mejorando, en 1975 el 36% de la población mundial vivía bajo algún tipo de régimen democrático, un porcentaje que ha aumentado al 57% en la actualidad.
El régimen dictatorial más reciente es el de Venezuela, considerada dictadura por IDEA desde 2017. Hoy vemos cómo un dictador, Maduro, se resiste a bajarse del trono. Hay una variedad de modelos de gobierno, desde repúblicas socialistas de partido único como China, Vietnam o Cuba, hasta monarquías absolutas como Arabia Saudí, Qatar o Suazilandia, o democracias fallidas como Venezuela, Somalia o Libia.
Debemos considerar a los dictadores, más que a las dictaduras, pues el personaje es lo fundamental; su decisión de apropiarse de lo de todos es lo decisivo, junto con su grupito de fieles aduladores. Aunque predican ser de izquierdas o de derechas, y que siempre se sacrifican por los demás, por el pueblo, no es cierto: es sin el pueblo. Tienen la cara dura y el narcisismo para repartir. El color siempre es el mismo.
El color fundamental de las dictaduras es el rojo; siempre usan la violencia, el de la sangre derramada, al que se une el color de los moratones, de los cardenales que producen los golpes con los que sobreviven: pasan por el púrpura, color rojizo; luego se tornan azul violáceo o incluso negruzco, marrón claro, amarillo verdoso; que luego se va aclarando progresivamente hasta desaparecer. Pero vendrá otro golpe, seguro. Como país, hemos dejado en herencia una dictadura en Guinea Ecuatorial, la de Teodoro Obiang Nguema, que deberíamos ayudar a terminar para que allí resplandezcan los derechos humanos.
EL CIBERDIVÁN, LA OREJA DE FREUD.
Psiquiatra psicoanalista impulsó la reforma psiquiátrica “salta la tapia” en el hospital de Miraflores. Fue Director de la Unidad de Gestión Clínica (UGC) y Coordinador de la Unidad de Salud Mental Comunitaria del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. Autor de numerosos artículos científicos. Tiene dos libros publicados: Psicoanálisis medicina y salud mental, y La religión en el diván.