Curiosidades por San Isidro

El pasado viernes comenzó la Feria de San Isidro.
Fue San Isidro un santo singular. Había nacido en el año 1082 y murió el 30 de noviembre de 1172. Vivió 90 años y medía 1,80. Ninguna de las dos circunstancias era frecuente en aquella época.
Vivió en el Madrid musulmán, cuando la ciudad se llamaba Magerit o Mayrit. Fue un labrador mozárabe, como se denominaba a los cristianos que vivían en territorio musulmán.
Su primer trabajo fue el de pocero y de hecho abrió varios pozos por todo Madrid, entre ellos uno en la Plaza Mayor. Al poco comenzó a trabajar de jornalero agrario para la familia Vargas. Fue el primer laico elevado a la santidad.
Se casó con María Toribia, que también fue canonizada y recibe culto como Santa María de la Cabeza. El apelativo de “la cabeza” se debe a que el cráneo de María se veneró como reliquia durante siglos.
Aunque no fue beatificado hasta 1619 y canonizado hasta 1622, existen documentos de fiestas dedicadas a Isidro desde el año 1433, pues el fervor popular lo consideró santo desde casi el propio día de su muerte. De hecho en el siglo XVI el caballero Juan Vargas, descendiente de los patrones del santo comenzó a erigir una ermita en su honor que se inauguró en 1528. Los madrileños comenzaron a peregrinar a esa ermita para beber agua de un manantial que brotaba cerca y al que atribuían propiedades curativas.
Las fiestas fueron tomando auge y se fueron introduciendo nuevos elementos como el baile y la vestimenta típica madrileña. Quizás no muchos madrileños sepan que el chotis tiene su origen en los campesinos escoceses. Estos llevaron esa danza a Viena, donde le dieron el nombre de “Schottisch”, que en alemán significa “escocés”. El baile se convierte en una danza social centroeuropea que se pone de moda en el siglo XIX y llega a Madrid en 1850. Se baila por primera vez en el Palacio Real con el nombre de “polca alemana” y el pueblo la populariza dándole el nombre que hoy recibe.
Se implantó la tradición de que los chulapos o chulos bailaran el chotis con el traje típico. A principios del siglo XX estos chulos solían acudir a las inmediaciones de San Antonio de la Florida desde la Puerta del Sol en el tranvía número 8, que se abarrotaba de madrileños con trajes típicos, por lo que se acuño la expresión de “más chulo que un ocho”, que nada tiene que ver con la singular forma de dicho número.
Pero a pesar de lo antiguo de la festividad de San Isidro, la feria taurina como tal no nace hasta el año 1947.
El fundador de la feria taurina de San Isidro fue D. Livinio Stuick Candela.
La plaza de las Ventas se había inaugurado oficialmente el 21 de octubre de 1934, aunque ya antes se habían celebrado algunos festejos. El 17 de junio de 1931 se celebró una primera corrida a beneficio del paro obrero. Luego otros dos festejos, pero no se pudo inaugurar de manera oficial porque los accesos no estaban terminados.
En 1935 se celebra la primera temporada al completo que comenzaba en marzo y terminaba en octubre.
Desde 1936 a 1939, con motivo de la Guerra Civil, hay un parón en los festejos.
Se reanudan tras la Guerra y en Las Ventas había festejos todos los domingos, algunos jueves y todas las festividades, destacando el festejo del 15 de mayo día del santo patrón.
Desde 1939 a 1946 se celebraban corridas de toros de marzo a junio y a finales de septiembre y octubre y novilladas en verano.
En 1946, D. José Alonso Orduña, gerente de la plaza de toros de Las Ventas se jubila. La sociedad “Nueva Plaza de Toros de Madrid” propone como Gerente a D. Livinio Stuyck Candela. Abogado y representante en el Consejo de Administración de un grupo de accionistas catalanes, D. Livinio era descendiente de la familia Vardergoten-Stuyck, tejedores flamencos que se encargaron por petición de Felipe V de la fabricación y restauración de tapices y alfombras, fundando la Real Fábrica de Tapices de Madrid.
Aceptó la propuesta y en 1947 reunió todas las corridas que había en el mes de mayo alrededor de la festividad de San Isidro y restauró el abono que había sido suspendido en la guerra.
D. Livinio apenas había tenido contacto con la fiesta, pero tenía una gran reputación como abogado y en algunas actividades empresariales.
La empresa de la plaza se encontraba en una pésima situación económica y vio la solución en replicar el modelo que ya imperaba en Sevilla, Bilbao y Valencia de agrupar en días consecutivos los festejos donde estuvieran los mejores carteles.
Y decidió agruparlos en torno a la fiesta del 15 de mayo.
La primera feria de San Isidro en 1947 tuvo cuatro corridas de toros y una novillada. Las figuras que sustentaron los carteles fueron Pepe Luis Vázquez, Antonio Bienvenida y Pepín Martín Vázquez, ante la obligada ausencia de la gran figura de la época, Manolete, que había decidido comenzar su temporada en junio para respetar una exclusiva de 40 corridas que su apoderado Camará había firmado con Balaña.
También fue el impulsor de la construcción de la Venta del Batán en 1950 para mostrar al público los toros que luego se habrían de lidiar en Las Ventas. Esa idea se venía desarrollando en Sevilla desde finales de los años 20 en la Real Venta de Antequera y D. Livinio la adoptó para Madrid.
En 1962 también celebra la primera Feria de Otoño.
Desde aquel año 1947 el número de festejos fue en aumento en la Plaza de las Ventas del Espíritu Santo, que es su nombre completo.
El nombre le viene porque el sitio donde está ubicada era un lugar de numerosos merenderos (ventas) donde el pueblo de Madrid iba a pasar los domingos. Cuenta la revista Madrid histórico que “entre la Plaza de Manuel Becerra y el arroyo del Abroñigal existieron numerosas ventas y casas de hospedaje, figones y merenderos levantados en destartalados barracones“. La más famosa fue la Venta del Espíritu Santo, que tomaba su nombre de la Quinta del Espíritu Santo, finca de grandes dimensiones, que a su vez era así llamada por una ermita que allí existía con ese nombre. La Venta del Espíritu Santo comenzó a funcionar el 3 de julio de 1630. Originariamente en aquella época en las tabernas no se podía despachar vino para evitar altercados por la embriaguez de los viajeros, pero esta venta obtuvo permiso de la Alcaldía y pasó por ello a ser uno de los lugares preferidos de los madrileños para pasar sus ratos de ocio.
En la plaza de Madrid no se toca la música durante la lidia, pues el 24 de mayo de 1939, en la llamada Corrida de la Victoria hubo un altercado de orden público entre los seguidores de Marcial Lalanda y los de Domingo Ortega. Habiendo ejecutado el primero una excelente faena la banda le tocó su pasodoble Marcial tu eres el más grande. Los seguidores de Domingo Ortega protestaron de manera muy airada que durante la lidia del toro de su ídolo no sonase la música y provocaron un tumulto considerable. Desde ese día la autoridad gubernativa prohibió la música en Las Ventas durante la lidia.
Solo ha habido una excepción con ocasión de la despedida de Antonio Bienvenida en 1966 en corrida que lidió como único diestro. En el sexto y con permiso del presidente sonó la música para despedir a este enorme torero.
Los dos últimos toreros que torearon en Madrid con música fueron Marcial Lalanda y Antonio Bienvenida.
Aunque es cierto que la música alegra el alma, también lo es que cuando el toreo es puro suena a sinfonía celestial que nos eleva al Cielo.
Disfruten de la Feria de San Isidro y que todos podamos alimentarnos de los sonidos del silencio del toreo, entre verónicas eternas y naturales templados.
