Cuáles son los problemas de un frigorífico

Los repuestos de frigorífico nos ayudan a que la vida útil de estos electrodomésticos sea más larga, ya que podemos encontrar desde un compresor a los botelleros de frigorífico que a veces se rompen de forma fortuita.
Por suerte, los técnicos conocen muy bien los problemas de todas las marcas, de manera que los arreglan en muy poco tiempo siempre que la mano de obra y el precio del recambio no se acerque a lo que vale uno nuevo. Los problemas más comunes que nos podemos encontrar en nuestro frigorífico son los siguientes.
Una de las puertas no cierra bien
Entre los problemas más comunes, está el que una de las dos puertas del frigorífico (o una si es de los que trae el congelador pequeño dentro) no cierra.
Eso hace que la temperatura interior aumente, que se encienda la señal de alarma, si lleva, y que, en el caso del congelador, comience a fabricar hielo.
Si miramos la puerta y no está rota, el problema suele ser el imán que lleva alrededor de toda ella, el cual se puede haber deteriorado. En este caso, la solución al problema es comprar burletes frigorífico y colocar el nuevo.
Tiradores rotos
Otra de esas averías tontas es la del tirador de frigorífico. Muchas neveras llevan tiradores en las puertas y, por el uso o un golpe, se pueden romper, lo que nos impide abrirlo con comodidad.
Suelen ir con tornillos, así que la avería se soluciona comprando unos nuevos y cambiándolos, quitando antes los que se han roto.
Placa electrónica estropeada
Este ya sí que es un fallo importante, pues a veces los componentes electrónicos explotan, literalmente. Esto suele ocurrir cuando hay una subida de tensión y las protecciones del cuadro eléctrico no saltan a tiempo.
Tampoco hay que olvidar en qué condiciones trabaja la nevera; es una de las estancias más húmedas de la vivienda, por lo que puede estropearse con el paso de los años.
Muchas veces es imposible repararla, por lo que hay que cambiarla, lo que no siempre es viable por su precio. De hecho, es una de esas averías que terminan con el frigorífico en un punto limpio.
Fugas de gas
Dentro de los fallos clásicos, está la pérdida de gas, algo que se refleja en que el frigorífico cada vez enfría menos. Esto casi siempre pasa cuando ya tiene unos años y, a veces, es por una fuga en el circuito. No es algo muy costoso, pero sí es problemático si hay que tapar la fuga, lo cual es más caro y no siempre es una buena opción porque vuelve a salir por otro lado.
Compresor roto
La peor avería de todas es la del compresor, el corazón de la nevera. Cuando se rompe, el electrodoméstico queda inservible y no hay más remedio que cambiarlo, lo cual solo se suele hacer en aparatos con garantía o en aquellos más caros.
No es raro que un frigorífico se rompa y, de hecho, hay webs en las que es posible adquirir los repuestos, algunos de los cuales puede poner cualquier usuario, mientras que otros, como la placa electrónica o el motor, los deben cambiar los profesionales para asegurar que el electrodoméstico funcione de nuevo.