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Que la demanda de criolipolisis en Mallorca no deje de crecer no es casualidad. Se trata de una respuesta lógica a los grandes beneficios que propone esta técnica. Los pacientes dicen adiós a las agujas, la anestesia y el bisturí para abrazar una nueva forma de deshacerse de la grasa localizada.
¿Qué es la criolopólisis y por qué es tan popular actualmente?
La criolipólisis es un tratamiento estético no invasivo pensado para eliminar grasa localizada mediante la aplicación de frío controlado. El procedimiento consiste en colocar un aplicador sobre la zona a tratar, que succiona la piel y la expone a temperaturas muy bajas durante un tiempo determinado, generalmente entre 35 y 60 minutos.
Este enfriamiento provoca la cristalización y destrucción de las células grasas (adipocitos), sin dañar los tejidos circundantes. Posteriormente, el cuerpo elimina estas células de forma natural a través del sistema linfático en las semanas siguientes a la sesión.
Su éxito se debe a varios factores. En primer lugar, ofrece una alternativa segura y sin cirugía a personas que desean reducir volumen en zonas como el abdomen, cartucheras, flancos, papada o brazos. A diferencia de una liposucción, no requiere anestesia, ni incisiones, ni tiempo de reposo. Esto permite retomar la rutina diaria inmediatamente, lo que resulta especialmente atractivo para personas muy ocupadas o que temen pasar por quirófano.
Otro motivo de su popularidad es la evidencia visible. Los resultados pueden comenzar a notarse a partir de la tercera o cuarta semana, con una mejora progresiva durante los dos o tres meses posteriores. Además, una sola sesión puede reducir entre un 20 % y un 30 % de grasa en la zona tratada, aunque en algunos casos se recomiendan varias aplicaciones para potenciar el efecto.
La criolipólisis también ha ganado reconocimiento por su comodidad y tolerancia. El procedimiento no suele ser doloroso; puede sentirse una ligera presión o frío intenso al principio, pero rápidamente se vuelve soportable. Muchos pacientes aprovechan la sesión para leer, ver el móvil o simplemente relajarse.
Aunque la criolipólisis es un tratamiento seguro y eficaz, no está exento de limitaciones. En primer lugar, hay que recalcar que no es un método para perder peso, sino para eliminar grasa localizada en personas con un IMC normal o ligeramente elevado. Por tanto, no sustituye a una alimentación equilibrada ni al ejercicio físico.
Otra desventaja es que los resultados no son inmediatos. El cuerpo necesita varias semanas para eliminar las células grasas tratadas, por lo que los efectos pueden tardar entre uno y tres meses en ser visibles.
También puede provocar efectos secundarios leves, como enrojecimiento, hematomas, entumecimiento temporal o sensación de tirantez en la zona tratada. Aunque son pasajeros, pueden resultar molestos.
A pesar de todo esto, está claro que la criolipósis ha llegado para quedarse. Su eficacia, versatilidad y practicidad la convierten en el tratamiento estético de moda. Gracias a esta novedosa manera de combatir las células adiposas, librarse de la grasa localizada nunca había sido tan sencillo.
