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Fundado el 24 de noviembre de 2006 en Osuna (Sevilla).
La Semana Santa en Andalucía se ha venido desarrollando, desde hace siglos, con un cariz propio gracias a la participación de las hermandades y cofradías que veneran, públicamente, los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo y, junto a ellos, la presencia de la Virgen María.
La pandemia del Covid-19 ha provocado que se hayan tenido que suspender sus estaciones de penitencia, un hecho que ha despertado todo tipo de sentimientos y emociones entre cofrades y no cofrades. Sin embargo, si tenemos en cuenta que en 2020 la Hermandad de la Vera Cruz cumple la friolera de 475 años, y la mayoría de nuestras hermandades son varias veces centenarias, no es de extrañar que hayan sido más de una las ocasiones en las que no efectuaron sus estaciones de penitencia por epidemias, inestabilidad política, crisis económica, guerra,por la falta de compromiso de sus cofrades o el languidecimiento devocional hasta el punto, incluso, de extinguirse algunas de ellas.
Tenemos que remontarnos hasta el último tercio del siglo XVII, una época compleja en la que se van a combinar la difusión de las ideas propuesta tras el Concilio de Trento, para afianzar la fe católica frente a las diversas reformas cristianas, con la transformación de las estaciones de penitencia en un importante evento de participación social. En esa tesitura, los vecinos de Osuna instaban a las autoridades eclesiásticas a que solucionaran unos comportamientos que se alejaban mucho del espíritu de penitencia, por ejemplo, que los penitentes iban “bestidos profanamente con galas diferentes, con señas de rosas listones, y guantes señalados”que inducían “a rissa, exsitandola, con señas y con bissaxes y mouimientos”, mostrando “ttal destrahimiento como si fuessen en una mascara o en otro passeo burlesco con injuria de acttos tan sagrados”.En su discurrir, hacían “señas y malos tratamientos (…) especialmente a las mujeres”, a las que “muchas besses auian alargado la mano y tocadolas los rostros” y “auian hecho otras deshonestidades”[1].
A fin de terminar con estos desmanes, el Visitador del Arzobispado, don Marcos Gutiérrez Conejo, llegó a Osuna en mayo en 1692. Tras un largo y complejo pleito, entre otras disposiciones, se emitió un decreto de cara a organizar la Semana Santa de 1694, con el siguiente reparto de hermandades por días: el Miércoles Santo saldrían la Humildad y Paciencia y el Cristo de la Sangre, el Jueves Santo el Dulce Nombre de Jesús y la Vera Cruz y el Viernes Santo las Angustias y la Soledad; a las dos y a las cinco de la tarde respectivamente. La Hermandad de Jesús Nazareno, por realizar su estación el Viernes Santo por la mañana, no se veía afectada. Por un error, no se incluyó a la Hermandad de Nuestra Señora de Consolación, San Roque y Santo Cristo de la Pax, cuyos hermanos reclamaban su día y horario pues “desde su creación ha salido el Miércoles Santo a las cuatro de la tarde”.
Como se puede comprobar, ya estaban consolidadas la mayoría de las hermandades que siguen procesionando en nuestros días. Sin embargo, en este repaso, aparece una escueta pero sorprendente mención:la Cofradía de la Oración en el Huerto, establecida en el convento de los terceros (actual parroquia de Nuestra Señora de Consolación),que en 1692 “se halla extinguida y el convento está en posesión de sus insignias”[2].Andando los años, en 1746, don Antonio García de Córdoba, abogado de la Chancillería de Sevilla, escribía el Compendio de las antigüedades y excelencias de la Ilustrísima villa de Osuna. A partir de la copia que de dicha obra realizó el arcipreste don Antonio Valderrama y Valcárcel, en 1885, menciona la “Cofradía del Señor del Huerto y Nuestra Señora de los Dolores”, en dicho convento, apareciendo ahora la advocación mariana que veneraban.
Con motivo de la exclaustración de los frailes franciscanos terceros, en 1835, se realizó un inventario de los bienes que existían en el templo[3]. En este documento, se nombra una capilla dedicada a la Virgen de los Dolores que “es propia de Doña Leonor Casillas”. La descripción es muy somera pues se dice que tiene un “retablo dorado” con una “imagen de bulto, dos ángeles a los lados y dos macetas con flores contrahechas a los costados de la Virgen”. Se deduce que sería una escultura de talla completa, pero es difícil asegurar que fuera la titular de la hermandad de la Oración en el Huerto. Actualmente, no existe en el templo ninguna dolorosa con esas características.
Hasta el momento, nada más se sabe de la Cofradía del Señor del Huerto y Nuestra Señora de los Dolores de Osuna, radicada en el templo de Consolación. Si bien se menciona en 1746, su devenir histórico sufrió profundos altibajos cuando en 1692 ya estaba extinguida. En un contexto de gran religiosidad, nuestra villa contaba con siete hermandades penitenciales, a las que habría que sumar la de San Arcadio, las de Ánimas, las del rosario y otras tantas que veneraban a la Virgen o a santos; por lo que es fácil entender que algunas no fructificasen. Por tanto, el hecho puntual de no haya procesiones en 2020, no es sino un hito más dentro de nuestra historia en la que, la mayoría de las hermandades, saben adaptarse y responder a las distintas tesituras.
El pasaje de Jesús orando en el huerto de los olivos, curiosamente, permanece en esta iglesia en una pintura mural que incluye el marco simulado, de formato alargado, recientemente restaurada por Carlos Javier Sánchez Távora. De factura discreta, en un primer plano a la derecha aparece Jesús arrodillado, vestido con túnica violácea, con los brazos extendidos y elevando su cabeza al ángel que le acerca un cáliz. La escena se encuadra entre un par de olivos y, en un punto de fuga en el ángulo superior izquierdo, se vislumbra el cielo anocheciendo. Se puede fechar en el primer tercio del siglo XX, por lo que coincidiría con el mandato del párroco y arcipreste don Francisco Javier Govantes García, prolífico artista vinculado a nuestras hermandades y, quién sabe, si conocedor de aquella extinta cofradía.
Antonio Morón Carmona
Fotografía principal: Carlos J. Sánchez Távora.
[1] MORENO DE SOTO P.J.“Osuna o la expulsión de los “nuevos” mercaderes del templo. De villa conventual a Nueva Sodoma durante la Semana Santa barroca (1664)”en Semana Santa de Osuna, Consejo General de Hermandades y Cofradías de Osuna, Osuna 2010, pp. 72-80.
[2] PASTOR TORRES, A. “Jesús Nazareno, Dulce Nombre y Humildad y Paciencia, más antiguas de lo creído”, en Semana Santa en Osuna, Consejo General de Hermandades y Cofradías de Osuna. Osuna 1997, pp. 32-35.
[3] A.G.A.S. Sección Administración General. Serie inventario. Leg. 14569. Convento de Consolación de Osuna. 1835. s/f.
