Concluyeron los cultos en honor de la Esperanza de Osuna

La Antigua Hermandad del Santo Cristo de la Vera Cruz ha concluido los cultos en honor de su titular, Nuestra Señora de la Esperanza, con motivo de la fiesta de la Expectación de la Virgen María, es decir, de la espera del Nacimiento de su hijo Jesús. Dichos cultos comenzaron con la celebración de la Solemne Función el pasado sábado día 14, oficiada por el Rvdo. P. Arcadio Arregui, continuando con el besamanos que se prolongó hasta el propio día de la festividad, el miércoles 18. Concluyeron ese día con el rezo del rosario, misa ante la imagen de la Virgen, canto de la Salve y rezo del Angelus a las 12 del mediodía. El sábado también se bendijo y quedó inaugurado el Belén que la Hermandad monta cada año. La junta de gobierno se mostraba muy satisfecha por la afluencia de devotos en estos días, especialmente el miércoles por ser día laborable a una hora poco frecuente para unos cultos.

Una vez más, hay que destacar la labor de la mayordomía. Si bien este tipo de montaje desarrollado no es nuevo porque se realiza en otras ciudades, especialmente en Sevilla, sí lo es en Osuna. En efecto, supera los montajes que estamos acostumbrados a ver en los que las imágenes a venerar se colocan delante de un dosel o de un retablo, con enseres más o menos acumulados a su alrededor. En esta ocasión, la antigua capilla del Cristo de la Sangre (muy adecuada por su localización frente a la puerta lateral del templo), fue transformada completamente al cubrirse de telas rojas, algunas prestadas por otras corporaciones. Al igual que un salón de trono donde el Rey recibe a sus súbditos, Nuestra Señora de la Esperanza en el centro de la capilla recibía la oración de sus devotos, cobijada bajo su palio espectacularmente montado al aire, simulando estar sostenido sólo por un par de angelitos. Completaba el conjunto un sencillo exorno floral a base de conos y biconos de claveles blancos y un centro de rosas del mismo color. Un detalle más se observaba en la iluminación, pues de los candeleros pendían lágrimas de cristal, algo distintivo de esta Hermandad como se aprecia en los candelabros del paso del Cristo de la Vera Cruz. Todo el conjunto resultaba conciso, vistoso y elegante.

El exquisito atuendo de la dolorosa del Martes Santo mantenía la línea que comenzó hace unos años el grupo de mayordomía y camareras, de manera más sobria acorde con la antigüedad y las advocaciones que venera esta Hermandad. Se estrenaban la saya, de terciopelo de seda color corinto, adquirido en un anticuario y donado por unos hermanos. A juego, el cíngulo se ha confeccionado expresamente, cosiendo cada una de las telas, galones y encajes que lo componen, en un arduo y esmerado trabajo, resultando verdaderamente bello. La calidad de los encajes y la sabia elección de los colores usados hacían que, recíprocamente, se resaltasen más sus propias calidades. Con gran acierto, la imagen de la Virgen de la Esperanza estaba muy enjoyada, sin duda fue un buen momento para apreciar las buenas piezas que componen su joyero, que a veces pasan desapercibidas o no se usan. Cabe destacar otra donación, también procedente de un anticuario, que es un pequeño corazón de plata con un Niño Jesús en su pesebre en el centro. Resulta totalmente apropiado para la iconografía que se venera en estos cultos, la Virgen albergando en sus entrañas al Niño Jesús.

Sin duda la virtud de la Esperanza alienta la vida del cristiano. Estos últimos días del año son una buena ocasión para hacer un repaso de nuestras actitudes y circunstancias, en las que comprobaremos cómo la Esperanza y la intercesión de la Virgen María nos han acompañado y así continuará en el cercano nuevo año.

Antonio Morón Carmona