Celebrados los cultos en honor de los Dolores de la Virgen

Durante toda la semana varias de nuestras hermandades han celebrado la festividad de los Dolores de la Santísima Virgen María, cuya onomástica fue el pasado miércoles día 15, celebrando Funciones y besamanos.

La primera de ellas fue la Hermandad de la Paz, que desde el lunes dedicó un Triduo y besamanos en honor de María Santísima del Mayor Dolor, concluyendo en el día de su fiesta. La serena dolorosa de la tarde del Viernes Santo se disponía en el centro del presbiterio de la Parroquia de Consolación. Vestida de reina, con saya blanca bordada y su maravilloso manto de salida, que por la cercanía se apreciaba mejor tanto su gran calidad como el deterioro que padece su terciopelo. Majestuosa, acompañada por diferentes alturas de candelería en forma piramidal y exorno blanco de claveles y algunos nardos.

El mismo miércoles 15, en la provisional sede de la Hermandad de Jesús Caído, la Iglesia de San Agustín, se celebraba Misa y besamanos a Ntra. Sra. y Madre de los Dolores. La imagen, de manera escueta, se disponía junto al altar vestida también con su manto de salida. Es el primer culto del nuevo hermano mayor José Luis Rodríguez Santana, pues tras Semana Santa dejó su cargo José Carlos Galindo. También juró la nueva Vocal de Relaciones Parroquiales y Apostolado.

El viernes día 17, la Hermandad de Ntra. Madre y Sra. de la Quinta Angustia convocó en torno a su capilla a un buen número de hermanos para conmemorar los Dolores de la Virgen. Desde que lo estrenó en la pasada Semana Santa, la Virgen de la Quinta Angustia luce de manera diferente su tocado, pues también se le colocó pecherín de encaje; hasta ese momento nunca lo había llevado así. La blancura de su rostrillo y pecherín le resalta y le proporciona un nuevo aspecto.

El último fin de semana del verano, 18 y 19 de septiembre (coincidió con la beatificación de Madre María de la Purísima de la Cruz), Ntra. Madre y Sra. de los Dolores de la Parroquia de la Victoria estuvo expuesta en besamanos en la capilla de Ntro. Padre Jesús Nazareno, su sede provisional desde finales del mes de junio cuando comenzaran las obras de pintura del techo de su capilla. De ésta manera quedó marcada la singularidad de sus cultos, imagen única que difícilmente se podrá repetir. La Virgen de los Dolores estrenaba sobre su pecho unos antiguos pendientes de oro y perlas que una devota anónima entregó en Navidad. Era exornada con rosas y nardos sobre las antiguas jarras de madera dorada de su anterior paso, dispuestos por el cofrade de la Vera-Cruz David García.