Caparrós, dolido: «Estoy sufriendo por no haber sido el revulsivo que el sevillismo esperaba»

Estudiante de Periodismo en la US. Apasionado de la profesión y del día a día futbolístico de la mejor ciudad del mundo.
El Sevilla FC afrontará en algo más de 24 horas el partido más importante de su historia reciente. Después de haber conquistado Europa, tumbado auténticos gigantes y trasatlánticos y llenado la sala de trofeos, el envite ante la UD Las Palmas puede marcar en gran manera el club en el corto plazo. Los de Joaquín Caparrós han llegado a una situación límite y mañana en el Ramón Sánchez-Pizjuán tienen una auténtica final. El técnico sevillista ha atendido a los medios de comunicación en la rueda de prensa previa al mismo. Este ha hablado sobre la importancia del mismo, además de valorar el aspecto psicológico de sus futbolistas y otra serie de temas.
Joaquín Caparrós y lo sucedido en la ciudad deportiva
Las imágenes de los aficionados en la ciudad deportiva tras la derrota ante el RC Celta de Vigo han recorrido medio mundo. Como es lógico, Joaquín Caparrós fue preguntado por dicha situación: «A nadie le gusta lo que sucedió, lo que sí es verdad que los que somos sevillistas. Yo soy un biri más, me identifico con la filosofía de los Biris del escudo, la camiseta, el sevillismo, y la no violencia. Estoy en contra de la violencia, pero me identifico porque por encima de todo está su equipo y mañana lo van a demostrar. No fue plato de buen gusto».
La final ante la UD Las Palmas y el estado de los jugadores
En el Sevilla FC todos están concienciados de lo que se viene mañana. La importancia del partido se palpa en el ambiente y día a día. Caparrós no dudó en dejarlo claro: «Partido más importante, porque es el más inmediato. Tres puntos, cada vez queda menos, y cada vez es más importante. Los dos equipos nos jugamos muchísimo y tenemos la oportunidad de ofrecer los tres puntos a nuestra afición».
En el campo, los focos irán a los futbolistas. Unos jugadores que no están rindiendo como se esperaba y cuya afición espera que mañana den la cara en un partido clave. El entrenador nervionense no duda de los suyos: «Lo que ha que transmitir es toda la confianza, el juego del fútbol es de los futbolistas y tenemos que transmitirles tranquilidad. Hemos hecho entrenamientos dinámicos, alegres, preparándonos y recuperándonos lo mejor posible, y esperemos enganchar a la gente. Nuestra gente va a estar, lo dice un sevillista, el socio 4.000 y pico. Yo estaría cabreadísimo, exactamente como nuestra afición, que lleva unos años sufriendo mucho. Cuando tenemos que estar ahí los sevillistas, estamos. Estoy seguro de que van a estar con los futbolistas».
El sufrimiento de Caparrós y su papel de psicólogo
Caparrós es consciente de la situación. Sabe que cada vez quedan menos partidos, las cosas no salen y su efecto nunca llegó a existir. Hoy, en la rueda de prensa previa al duelo ante el elenco canario, se ha lamentado por esto mismo: «Es el momento en el que más estoy sufriendo por no ser el revulsivo que el sevillismo esperaba de mí, además de mi dolor como sevillista. Como técnico me gustaría haber dado con la clave, como sevillista sigo sufriendo. Es la peor situación a nivel social. No podemos pedirle nada a la afición. Le hemos pedido tanto, nos han dado tanto, y nosotros no le hemos dado nada».
El Sevilla FC tiene muchísimos problemas cada vez que salta al campo. Los aspectos técnicos y tácticos denotan muy poco trabajo. Sin embargo, Joaquín Caparrós está convencido de que en estos casos, el aspecto mental puede llegar a ser incluso más importante que lo anterior: «He hablado mucho con todos. Con muchísimos. Cada vez tienes más información, el tiempo es un elemento fundamental y en cada sesión de entrenamiento, cada partido, vas recogiendo información y después la tienes que utilizar para hablar con el futbolista y el grupo. Es un momento para estar muy unido el grupo y saber que tienen el apoyo del cuerpo técnico».

Estudiante de Periodismo en la US. Apasionado de la profesión y del día a día futbolístico de la mejor ciudad del mundo.