¿Betis o Sevilla? Este equipo es el que gana en los pueblos de la provincia


Hoy no es un día cualquiera en la provincia de Sevilla. La atmósfera se tiñe de verde y rojo para el derbi sevillano, un enfrentamiento que trasciende los noventa minutos de juego y se vive con pasión en cada rincón de la geografía sevillana. Pero, ¿qué equipo reina fuera de la capital, en los pueblos de la provincia? ¿Betis, o Sevilla?
Un reciente recuento de peñas futbolísticas revela que, al menos en términos de apoyo organizado, el Real Betis Balompié domina ampliamente en los pueblos sevillanos. Con 130 peñas béticas distribuidas por toda la provincia, los verdiblancos superan a las 118 peñas sevillistas contabilizadas en localidades fuera de la capital.
El poderío verdiblanco en los pueblos
Desde Alcalá de Guadaíra hasta Utrera, pasando por localidades como Dos Hermanas, Écija o Marchena, el escudo de las trece barras ondea con orgullo en numerosos rincones. La pasión bética se refleja en nombres creativos de sus peñas, como la “Peña Bética Manuel Ruiz de Lopera” en Cazalla de la Sierra, la “Peña Bética El Vendaval Gordillo” en El Viso del Alcor o la “Peña Bética Ruta 1907” en Villanueva del Ariscal.
Este dominio no solo habla de números, sino también de una conexión emocional que el Betis ha cultivado con la provincia. La cercanía con los pueblos, el carácter popular del club y su espíritu de “manquepierda” han consolidado una base de aficionados fieles.
El Sevilla no se queda atrás
Aunque los verdiblancos lideren en cantidad de peñas, los sevillistas también cuentan con una fuerte presencia en la provincia. Sus 118 peñas destacan por nombres que reflejan la historia del club y su conexión con el territorio, como la “Peña Sevillista de la Campiña” en Marchena o la “Peña Sevillista El Arrebato” en Dos Hermanas.
La rivalidad es evidente, y en algunos municipios la diferencia entre ambos clubes es mínima, convirtiendo los derbis locales en una extensión del que se vive en el estadio.
El derbi, un sentimiento que une más que divide
El derbi sevillano no es solo fútbol, es identidad, orgullo y tradición. En los pueblos de la provincia, el verde y el rojo comparten calles, familias y amistades. Hoy, mientras el Benito Villamarín acoge el espectáculo futbolístico, los bares, las plazas y, por supuesto, las peñas, se convierten en templos donde los aficionados celebran su pasión.
