Así avanza el posible regreso de Antony al Real Betis
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El mercado ha comenzado con fuerza en Heliópolis, pero hay un nombre que sigue marcando el pulso de la planificación deportiva del Betis, Antony. Su fútbol, su impacto desde enero y su encaje en el sistema verdiblanco lo convierten en una prioridad para el club, aunque convertir esa voluntad en una realidad no está siendo tarea sencilla. Entre los deseos del jugador, las exigencias del Manchester United y las restricciones presupuestarias, el fichaje del brasileño se ha transformado en un complejo ejercicio de equilibrio.
Antony quiere seguir en el Betis. Eso está claro. Ha sido él mismo quien se ha encargado de repetirlo en privado y de insinuarlo en público con guiños inequívocos. Desde rechazar propuestas de otros equipos hasta limitar sus conversaciones a la dirección deportiva bética, su mensaje ha sido firme. El entorno del jugador, además, ya se ha movido para explorar fórmulas que lo mantengan en Sevilla la próxima temporada. Pero la operación, más que emocional, es económica.
Un rompecabezas por armar
Las conversaciones entre clubes arrancaron hace semanas y dejaron sobre la mesa una opción que gusta en Heliópolis: repetir una cesión con una futura compra obligatoria, modulada según el rendimiento o el paso del tiempo. Un sistema que permitiría al Betis seguir contando con Antony sin romper de inmediato su estructura financiera. Pero ese modelo, viable en teoría, se ha topado con dos obstáculos: el sueldo del jugador a medio plazo y la voluntad del United de no ceder sin garantías de recuperar parte de la inversión que hizo en 2022.
Mientras tanto, el Betis defiende una posición clara. Sabe que no puede ofrecer una ficha que supere el techo salarial que actualmente marca Isco, y no está dispuesto a hipotecar su equilibrio económico por ningún jugador, por determinante que sea. De ahí que las conversaciones con los agentes de Antony se estén centrando en cómo ajustar expectativas a lo que el club realmente puede asumir más allá de esta temporada.
El United, expectante
En Manchester tampoco se han cerrado puertas. La postura de los ingleses es firme: quieren hacer caja con Antony, pero son conscientes de que su valor de mercado actual está lejos de los 100 millones que pagaron por él. En ese contexto, una cesión con cláusulas bien armadas no es una idea descartable. La propuesta del Betis —una cesión con compra escalonada o progresiva según metas cumplidas— tiene sentido deportivo y económico, pero todavía no ha sido firmemente aceptada. Queda pendiente una conversación clave entre el club inglés y el jugador cuando este regrese de sus vacaciones, prevista para esta semana.
Un fichaje que condiciona todo
La insistencia del Betis no es casual. En solo medio año, Antony se ha consolidado como una pieza capital del equipo. Su capacidad para desequilibrar, su entendimiento con Isco y su despliegue físico le han convertido en un referente ofensivo que no tiene reemplazo directo en el actual mercado. El club lo sabe: si no llega él, habrá que rehacer toda la planificación para el extremo diestro, lo que conlleva más tiempo, más riesgo y, probablemente, menos garantías de éxito inmediato.
No solo eso. El hecho de que Antony haya sido convocado por Ancelotti para la selección brasileña y tenga el Mundial de 2026 como gran objetivo personal le añade aún más valor en proyección. La temporada que viene será crucial para él, y en el Betis lo saben: si logra continuidad y visibilidad, puede ser una de las grandes sorpresas del curso. Un escenario que beneficia a todos, incluso al United, que podría recuperar parte de su inversión futura si se revaloriza en Heliópolis.
Falta encajar las piezas
La operación por Antony es, en el fondo, el reflejo perfecto del mercado actual: clubes que quieren fichar con cabeza, jugadores que priorizan su entorno futbolístico por encima del salario inmediato, y grandes equipos que tratan de recolocar piezas sin devaluarlas. El Betis tiene de su lado la voluntad del futbolista, una dirección deportiva hábil y la convicción de que apostar por Antony es apostar por rendimiento inmediato.
Pero ninguna de esas virtudes basta si no se consigue cuadrar el puzle económico. Esta semana será clave. El regreso de Antony al Reino Unido puede acelerar todo… o estancarlo. El deseo está sobre la mesa. Ahora toca convertirlo en realidad sin perder el norte.
