Arte en Sevilla y Osuna (1ª parte)
Entramos en una catedral, en un museo, en una sala de concierto, en un recital poético, en un teatro… atraídos por la contemplación de la belleza que los artistas, con su talento, ingenio y maestría han plasmado en sus obras.
Aunque sólo algunos puedan expresarlo, el arte es consustancial al ser humano y lo ha practicado y admirado desde la noche de los tiempos, como lo muestran infinitos vestigios hallados.
Los métodos de enseñanza incluyen oficialmente disciplinas artísticas, aunque, si las cosas no han cambiado, sólo el dibujo, y la poesía a través de la literatura, reciben ese honor.
El curso transcurría y, un día tras otro, el maestro de lengua y literatura enseñaba la lección que tocaba. El maestro, uno como pocos, nos leía y nos recitaba versos que nosotros repetíamos: Una tarde parda y fría…
Poesía, arte de la belleza en la palabra, es la gran desconocida que yace oculta y callada en el corazón del ser humano, del que brota con fuerza llenando nuestras vidas con bellos sentimientos y emociones.
¿Quién no ha sentido la punzada romántica de …Aquellas que aprendieron nuestros nombres…? O el desgarro dramático de Segismundo: sueño que estoy aquí destas prisiones cargado…, bellas expresiones en verso de un sentimiento que va de lo amable a lo trágico.
Las obras de arte son exteriorizaciones del talento y genialidad de los artistas.
El arte necesita un instrumento para ser revelado y, en el caso de la poesía, es la palabra la herramienta usada para expresar el sentir poético.
Pero si el poeta usa como instrumento la palabra, el lápiz, el pincel y los colores son los elementos con los que el pintor, manejándolos hábil y diestramente, convierte la materia en arte.
El pintor es dueño de la imagen, de las formas, de la luz y del color y su obra es el resultado de la armonización de estos elementos y su encuadre preciso en el espacio.
También la pintura, como la poesía, despierta sentimientos que recorren las sendas del alma humana. Recuérdense los lienzos Retrato de Cristóbal Suarez (Bellas Artes, Sevilla); La Inmaculada, La Colosal (Bellas Artes, Sevilla); El Calvario (Colegiata Osuna)… de los que emanan estados de espiritualidad serena a dramática.
Continuará…
Amante de las letras, la enseñanza, la tecnología y, sobre todo, de Osuna.
Nacido en 1929 en El Saucejo (Sevilla) es el columnista con más experiencia vital que posee El Pespunte. Ha dedicado su vida a la enseñanza de EGB en distintas localidades andaluzas y su pasión por la informática le llevó a aprender a editar vídeo y audio y, por devoción, a no alejarse de Osuna.