5 Cosas que internet no ha podido cambiar… o casi

«Internet» by Elyse Jones ( )

Pueden buscarlo en Google, si quieren: “cosas que han cambiado nuestra vida con la llegada de Internet”. Saldrán unas doscientas cincuenta páginas diferentes (como mínimo). Y todas tendrán razón. El Internet, el gran invento de nuestra época, ha alterado nuestra vida como nunca hubiéramos podido imaginar y son cientos, sino miles, los cambios que ha generado en todo tipo de áreas, soportes, inventos y artilugios.

Ahora bien, ¿ha cambiado todo? Ni pensarlo.

Después de mucho buscar, hemos encontrado una serie de artilugios y juegos que se han mantenido firmes frente a la revolución digital. Sí, se han adaptado al nuevo medio y las nuevas tecnologías, pero se han mantenido fieles a sus versiones tradicionales en muchos sentidos, cambiando únicamente lo justo. Siguiendo su misma mecánica, su mismo modelo de negocio, su misma esencia.

En lo alto de esta lista tenía que estar el que no es más que el otro gran invento de comunicación e información de la humanidad: el libro (en nuestra opinión, muy por encima de la red. Para gustos los colores). El libro es uno de esos inventos tan perfectos, que por muchos años que pasen se mantiene prácticamente inalterable, como si el tiempo no pasará para él. Sí, es cierto que hoy tenemos ebooks y podemos transportar decenas de ellos en el espacio de uno sólo de papel, pero por lo demás todo sigue igual: incluso su formato se mantenido en el tiempo prácticamente invariable. Leer un libro es exactamente el mismo proceso hoy que hace siglos.

Un caso muy similar ocurre con otro de los grandes medios de comunicación de la humanidad: la radio. No deja de ser curioso que, con la llegada de la televisión, todo el mundo pensara que la radio iba a morir (algo que, por otra parte, también se dijo con el cine y media docena de inventos más…y ahí siguen aún). No podían estar más equivocados. No sólo la radio no ha desaparecido, sino que se ha adaptado inmejorablemente a los tiempos actuales sin cambios aparentes. Quizá su éxito se deba a su simplicidad: cuesta poco, permite hacer otras cosas mientras la escuchamos y genera una relación de cercanía que no tiene ningún otro medio de comunicación. Sí, hoy podemos escuchar la radio en nuestros móviles y tablets, o descargarnos podcast para no perdernos nuestros programas preferidos, pero por lo demás todo sigue exactamente igual que siempre: los programas, los formatos, el sonido, la funcionalidad, los locutores (si nos apuran), etc.

Hagamos una pequeña pausa porque nos vamos a adentrar en el campo que probablemente más ha cambiado con la llegada de las nuevas tecnologías e Internet: los juegos.

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Sin duda alguna, los videojuegos son una industria que se ha renovado prácticamente una vez cada lustro, siendo así que, actualmente, casi nos cuesta creer que pertenecen al mismo negocio los videojuegos que jugamos hoy (los que aún jugamos) y los que jugábamos hace 25 años.

Pero los juegos son mucho más que los videojuegos y algunos de ellos han sido capaces de hacer la trasformación de uno a otro de una manera muy digna. Y es entre ellos que hemos encontrado nuestras joyas inalterables al paso del tiempo:

  • Las tragaperras. ¿Quién iba a pensarlo? Pese al cambio de medio, las tragaperras online de hoy, siguen siendo lo que han sido siempre: pura diversión sin trampa ni cartón. No ha hecho falta que cambien su mecánica, ni sus sonidos ni su imagen, porque cumple perfectamente su cometido… y siguen enganchando como las máquinas físicas.
  • Más de lo mismo ocurre con el gran deporte de la mente: el ajedrez. Pese a su modelado en 3D y sus gráficos hoy renderizados, el ajedrez es un juego que sigue gozando de una popularidad excepcional en todo el mundo y que se ha mantenido estático a lo largo de los siglos, y es que es difícilmente mejorable tanto como entretenimiento, como en su labor de ejercicio intelectual. Ya sea en formato físico como en formato digital, el ajedrez es uno de los juegos más beneficiosos a los que podemos dedicar nuestro tiempo.
  • Por último, otro mito que se ha mantenido incólume pese al paso de los tiempos: ¡el puzzle! Existen en la red decenas de páginas que nos permiten páginas que nos permiten hacer puzzles y pasar el rato encajando piezas…y la sensación es exactamente igual de relajante y placentera que en la vida real. La gran ventaja es que en su formato actual no nos pueden fastidiar el tablero a medio hacer.

 ¿Cuál es la clave de todos los integrantes de la lista? La sencillez. Ése es sin duda el secreto que los hace absolutamente atemporales e imposibles de alterar. Cuando algo alcanza tal grado de perfección, de sincronía con su función, es difícilmente mejorable. E incluso, cuando se logran introducir mejoras, hay que vigilar mucho éstas, fijándonos en no alterar su mecánica original, pues de lo contrario dejarían de ser ellos mismos. Lo cual, por cierto, no deja de ser una buena moraleja para la propia vida.

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